domingo, 11 de abril de 2010

Verde que te quiero verde

"Rodrigo Barra comienza los festejos"


Esta tarde se jugó un nuevo clásico porteño, que basándome en un dato CDF éste recibe dicho nombre desde sus inicios ya que Everton nació precisamente en el Cerro Alegre del puerto de la quinta región.
Uno de los partidos con historia de nuestro fútbol, de esos encuentros que siempre dejan algo y que en Viña del Mar y Valparaíso se vive como una verdadera fiesta. La rivalidad existente entre ambos equipos viene desde los inicios a eso de los años '30, cuando ambos equipos no se daban tregua en los partidos que disputaban y existía una parcialidad de resultados que no marcaba un predominio de ninguno de los dos. Posteriormente cuando Everton se trasladó a la ciudad de Viña del Mar la rivalidad se intensificó, marcado por la historia y por las diferencias que existían entre ambas ciudades, especialmente por un tema económico. Wanderers era tildado como el equipo del pueblo, de la gente humilde y por tanto de los cerros del puerto. Por su parte Everton, con su traslado a la ciudad jardín pasó a ser visto como el equipo de la aristocracia y la burguesía, nivel socioeconómico que en la época caracterizaba a la gente que vivía en la ciudad.
El de hoy fue el partido número 152, sumando amateur y profesionalismo, entre ruleteros y caturros, el último que se había disputado en primera división fue en el clausura 2007, en playa ancha, con triunfo por 2-1 a favor de los locales.
La diferencia entre ambos equipos no es grande, pero marca una paternidad de los oro y cielo con 58 triunfos y 40 empates. Por su parte los porteños registraban 54 triunfos, con el de hoy 55. Estos números nos muestran que el clásico tiene historia, y la rivalidad se ve marcada incluso en las estadísticas.
A las 16.00 horas saltaron a la cancha caturros y ruleteros, el recibimiento de las hinchadas fue increíble, el ambiente era el perfecto, ahora era momento de que los jugadores dieran espectáculo en la cancha.

Las formaciones:
Santiago Wanderers: David Reyes; Cesar Talma, Agustín Parra, Rodrigo Barra, Eugenio Mena; Carlos Muñoz, F. Quiroga, Sebastián Méndez, S. Ubilla; Pablo López y Rubén Darío Gigena.
D.T. Zucarelli
Everton: Gustavo Dalsasso; Oviedo, Blásquez, Montesinos, Hugo Díaz; Francisco Sánchez, Lisandro Henríquez, Nicolás Freitas, Mauro Bogado; Daniel González y Mauro Guevgeozian.
D.T. Nelson Bonifacio Acosta.

El primer tiempo estuvo marcado por el dominio del equipo local aprovechando la velocidad de sus extremos Ubilla y Muñoz más el talento del "chico" López, todo esto llevado a la práctica para crear peligro en el área donde acechaba el peligrosísimo R.D. Gigena.
El partido se encontraba trabado en el mediocampo hasta el minuto 7 cuando una falta ingenua de Montesinos sobre López provocó un tiro libre que culminó en el derechazo furibundo de Rodrigo Barra que se desvió en la espalda de Hugo Díaz clavándose en el angulo de Dalsasso, se abría la cuenta y la tarde comenzaba a teñirse de verde.
El resto de la primera etapa seguía mostrando el dominio de los dirigidos por Zucarelli mientras los viñamarinos sumaban y sumaban dudas. Por lo mismo a nadie llamó la atención que a los 42 minutos una llegada profunda de Santiago Wanderers forzó a Dalsasso a responder dos veces pero quedó a mitad de camino en su área y Carlos Muñoz no dudo en intentar un globito medido que entró sutilmente en la portería ruletera, 2-0 para los locales y el partido se ponía cuesta arriba para los dirigidos por Nelson Acosta.

En la segunda etapa se siguió viendo a un cuadro viñamarino totalmente apagado en la cancha, sin un nivel de actitud que sirviera para especular en una posible remontada, jugadores caminando en la cancha y cometiendo muchas faltas. De esa manera la desesperación se empezó a apoderar de los jugadores oro y cielo lo que culminó a los 58' con la expulsión de Nicolás Freitas que no dominó la impotencia y de una vil patada frenó el avance de Carlos Muñoz.
La única llegada con peligro de Everton llegó recien a los 76' con un cabezazo de Guevgeozian que se estrelló en el horizontal de Reyes. Y para culminar a los 79' "paco" Sánchez se fue expulsado por su segunda amarilla.
Los últimos minutos sirvieron para la exhibición de "Los panzers", la hinchada de Santiago Wanderers, quienes con vengalas y fuegos de artificio celebraban el triunfo en el clásico.
2-0 para los de Valparaíso, pero podría haber sido más si no fuera por Dalsasso.

Con esta derrota el panorama está negro para los ruleteros, los jugadores que se trajeron como refuerzos no han dado en el tono, sucumbieron claramente ante un joven equipo de Wanderers que con mucho coraje, amor propio y entrega física fue muy superior al equipo de Acosta. Muchos se preguntan cuál es la diferencia de este equipo con el campeón del Apertura 2008. El calvo adiestrador señaló en la previa que a este plantel le falta Miralles, Canío y Riveros, y que con ellos andarían genial. Pero la respuesta no va por ahí, jugadores como Blazquez, Montesinos, Díaz, Henríquez y Bogado, por ejemplo, no han demostrado el nivel esperado además de que no muestran la actitud que cualquier hincha de un equipo esperaría de sus jugadores, en buen chileno "cagones", "pecho frío", como quieran llamarlo. Y se vio muy claro en este partido. El equipo de Valparaíso con jugadores jóvenes y formados en casa, 8 de ellos, caracterizan su juego en una entrega física muy propia. Situación que se vio, por ejemplo en el partido contra Universidad de Chile donde después de ir 1-3 abajo lograron el empate.
Las diferencias entre Santiago Wanderers y Everton no pasan, y no pasaron, por un tema futbolístico si no que por un tema de actitud y de entrega en la cancha, es tanta la diferencia en ese aspecto en ambos equipos que el partido de hoy fue un monólogo, y muchos quizas lo van a catalogar como un "baile".

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con todo lo que dijiste. Eso sí Ubilla entró al final y no en el comienzo.
    Perdimos porque nos falto todo... primero fútbol (con suerte dimos tres pases seguidos), segundo jugadores (tenemos 1 jugador y es el arquero el resto no hizo nada) y por último... lo más importante cuando no se tiene ni lo primero ni lo segundo... CORAZÓN por la camiseta. Eso lo tuvo de sobra el rival ya que la mayoría son formados en casa y le dieron el peso que merecía el partido.
    Eso sí hay que destacar que en Everton jugaron 4 formados en casa, Chuky Gonzaléz (jugador que solo lo es en O'Higgins), Paco Sánchez (limitado que solamente destacó frente a Cobreloa), Blásquez (primer clásico en primera parece lo comieron los nervios) y Peñailillo (entró en el segundo tiempo e hizo poco).

    Hubo dos cosas que pudieron haber cambiado el partido:
    1) La presencia de J.M. Olivares, que tal vez no sea tan desequilibrante pero es el con más fútbol actualmente en el equipo y el que le pone más corazón.

    2) Travesaño. Si hubiese sido gol se hubiese cambiado en lo anímico pero bueno ya fue.

    Se perdió el clásico porteño y me preocupa más que la derrota por este partido, como se jugó, ya que de aquí a fin de año las veo bastante negras... pero siempre se alentará al equipo de mis amores.
    El Lunes iré con mi polerón evertoniano al gimnasio con el pecho iflado y la frente siempre en alto.
    FUERZA EVERTON!

    p.d: Los cambios de Acosta todavía no los entiendo

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  2. jajaja... y por que no fuiste al estadio maxi??

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  3. Bueno hay dos cosas que aclarar, primero, como dijo Joven Max, Ubilla no entro desde el primero minutos, fue Michael Silva. Segunda la falta que permitió el primer gol fue sobre Rugen Darío Gigena no sobre López.

    Yo creo que lo que se vivió en Playa Ancha refleja el trabajo serio de Wanderers. Enfocado en potenciar a los juveniles. El plantel estaba formado mayoritariamente por ellos. Que claramente ante Everton se juegan la vida.

    Otro factor importante fue la cantidad de público que asistió, me sorprendió la cantidad de evertorianos que fueron, (no vi a Joven MAX). Y por supuesto lo realizado por Los Panzers. Un lienzo nuevo gigante. Durante las semanas anteriores realizamos una campaña para juntar plata para la salida, en rollos de papel, extintores, etc.

    Nos preparamos para esta fiesta. SI bien Wanderers no juega muy bien, se gano, y me gane un Roncito jajaja

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