El estadio del Real Madrid era el escenario de una final que pocos esperaban pero que nadie se quería perder, el morbo que producía ver a Mourinho en el campo de su más seguro próximo equipo, además del duelo con Van Gaal, su antiguo jefe, hacían del partido muy interesante. Además era la final de Champions, y eso ningún amante del fútbol quiere perderse.
Eran 45 años de anemia, mirando como el Milán levantaba copas. Una final que se esperó durante muchos años y no se podía dejar pasar de largo.
Desde el primer minuto el equipo italiano demostró más ganas e ideas de lograr la copa, el Bayern se mostró muy pobre en el gramado del Santiago Bernabéu y nunca se vio superior al rival, pagándolo caro.
Ambos equipos luchaban por el triplete, pero fue el equipo de Mourinho el que se metió en la historia con una "dopietta" del mejor de la cancha Diego Milito. El primer golpe llegó a los 35', cuando el partido se mostraba con un dominio de los milanistas, el argentino la bajó de cabeza para Wesley Sneijder y tras gran pase al espacio del 10 holandés fue Milito quién definió con clases, hizo la de Valdivia y con un puntazo la mandó al fondo de las mallas de Butt. Fue un golpe certero que empezó a cargar el favoritismo del título hacia el lado italiano. El Bayern hacía lo que podía pero era poco para inquietar las pretenciones "neroazzurras" que con el sello Mourinho se tomaba con clase cada sector de la cancha.
En el minuto 70 apareció nuevamente el 22 de los italianos y con una definición fuera de serie, dejando en el camino a Van Buyten y cruzándole la pelota al portero. 2-0 para el Inter y la copa ya estaba pintada de azul y negro.
Solo los primeros minutos del segundo tiempo demostraron la posibilidad de un cambio en la cara del partido, los alemanes salieron muy prendidos y trataron de encontrar el empate, pero el equipo de Mou se defendió con calidad y supo contener los embates de los teutones.
Con el pitazo del árbitro se desató la emoción de los miles de hinchas italianos y de cada uno de los jugadores del equipo campeón, los llantos estaban a la orden del día y no era para menos, fue casi medio siglo de espera y del plantel solo Eto'o sabía lo que era ser campeón de Champions League.
Moratti y su equipo subieron a recibir la preciada "orejona", de la mano de Platini la recibió el "capitano" Zanetti, se desató toda su emoción y con gritos el argentino levantó la copa. El Inter recupera un lugar en Europa que había perdido hace 45 años, no queda más que celebrar.
Mourinho lo logró otra vez. Pese a sus excentricidades, sus festejos y gestos provocativos.
ResponderEliminarAhora la opinión, segunda parte, sería ver el análisis de la decisión de Florentino Pérez de contrar a José Mourinho como técnico. Como chileno, podría estar sentido por la despedida de Pellegrini, un señor que no merece una saluda tan poco decorosa (llegó el nuevo, y yo debo buscar la puerta de salida).
Ahora, desde una posición más objetiva. Ok, el Inter de Milán es el nuevo campeón de la Champions League pero ¿Mourinho será el gran artífice que el RM necesita, sobre todo con buenos resultados y un juego atractivo?
Un abrazo Carlos,
G.